El objetivo fundamental del laboratorio es la mejora de las condiciones de habitabilidad, higiene y confort de los ocupantes de los edificios mediante una gestión eficaz de la ventilación. Este objetivo requiere la evaluación fragmentada, pero consolidada de diferentes líneas de actuación que persiguen analizar la repercusión del diseño arquitectónico y su construcción sobre la capacidad de la ventilación para mantener unas condiciones adecuadas de habitabilidad. Asimismo, el análisis de la ventilación permite caracterizar el impacto que este proceso tiene sobre la eficiencia energética del edificio.

Se evalúa por tanto el impacto que supone: el comportamiento del aire exterior, según su calidad para proceder a su distribución a los espacios habitables; la distribución del aire en el interior desde las aberturas de admisión hasta su extracción evaluando la trayectoria seguida por influencia del diseño, el tipo de aberturas y el mobiliario existente en el interior de los habitáculos; la existencia de conductos verticales que facilitan la expulsión del aire viciado al exterior empleando los fenómenos térmico-convectivos; la caracterización de las infiltraciones incontroladas que se producen por las deficiencias constructivas de los elementos y sistemas que componen la envolvente acondicionada.